El jueves 24 de julio de 2008 estuvimos con Gonzalo Sarría en la calle de los Tribunales Federales de la Provincia de Córdoba, ahi nos encontramos con amigos, alumnos, compañeros de facultad y de militancia política. Se trata de un día histórico porque se leyó la sentencia entre otros de Luciano Benjamín Menéndez "Cárcel común y perpetua".
Delfina Veiravé (esposa de mi primo Luis Cendra) me envíó "Nunca Más" escrito por su padre Alfredo VEIRAVÉ -poeta y escritor de Resistencia, Provincia de Chaco-, quien publicó en 1985: Radar en la Tormenta. Buenos Aires. Sudamericana.
Delfina Veiravé (esposa de mi primo Luis Cendra) me envíó "Nunca Más" escrito por su padre Alfredo VEIRAVÉ -poeta y escritor de Resistencia, Provincia de Chaco-, quien publicó en 1985: Radar en la Tormenta. Buenos Aires. Sudamericana.
NUNCA MÁS- Nunca más los gordos caballos de la muerte entrarán en la plaza
a destrozar los canteros de plantas y flores (amarillas)
de las tipas asustadas; nunca más los bastones
golpearan con esa furia las cabezas ensangrentadas de los que ahora
corren bajo las nubes cirros, estrato, cumulus o nimbos; nunca más estas
flores de lapachos temblarán en la noche su rosáceo al oír los aullidos;
nunca más esos aullidos cruzarán la calle subiendo desde el sótano
en el subsuelo de la madrugada.
- Nunca más esos gritos terribles descarnarán la corteza de los murales
de la plaza desnuda, nunca más explotarán entre los intestinos
o las bocas del cuerpo/convulsiones de la electricidad violenta;
(nunca más llamarás gritando a tu mamá en la violácea oscuridad
lila y azul que oyeron solamente los jacarandaes florecidos de la plaza
¿Solamente?
- ¿Nunca más? No lo sé
porque hoy he visto a un tigre de Bengala correr a una gacela por la
llanura, a una boa constrictora devorar a una ranita saltarina,
a una araña correr sobre la tela al oír un zumbido.
a destrozar los canteros de plantas y flores (amarillas)
de las tipas asustadas; nunca más los bastones
golpearan con esa furia las cabezas ensangrentadas de los que ahora
corren bajo las nubes cirros, estrato, cumulus o nimbos; nunca más estas
flores de lapachos temblarán en la noche su rosáceo al oír los aullidos;
nunca más esos aullidos cruzarán la calle subiendo desde el sótano
en el subsuelo de la madrugada.
- Nunca más esos gritos terribles descarnarán la corteza de los murales
de la plaza desnuda, nunca más explotarán entre los intestinos
o las bocas del cuerpo/convulsiones de la electricidad violenta;
(nunca más llamarás gritando a tu mamá en la violácea oscuridad
lila y azul que oyeron solamente los jacarandaes florecidos de la plaza
¿Solamente?
- ¿Nunca más? No lo sé
porque hoy he visto a un tigre de Bengala correr a una gacela por la
llanura, a una boa constrictora devorar a una ranita saltarina,
a una araña correr sobre la tela al oír un zumbido.
